La artista se queda sin personal de seguridad ni asistente personal de la noche a la mañana. En el caso Gaga contra sus guardaespaldas: la causa, una fan se saltó el control y se coló en el escenario durante el concierto que la diva ofrecía en Japón. El efecto, despido inmediato. En el caso Gaga contra su asistente personal: el motivo, no cerrar el cerrojo del camerino. La consecuencia: destitución ipso facto.
Para Lady Gaga es muy importante su seguridad y el hecho de que sus guardaespaldas no se dieran cuenta de que una fan accedía al escenario ha sido una falta muy grave. Tan grave, como que su asistente no velase por las pertenencias que tenía en su camerino. Según ha publicado The Sun, "Se volvió loca. No podría creerse que hubieran dejado que ocurriera una cosa así, por lo que les despidió en el momento".
Una fuente ha comentado al diario británico que la diva es muy exigente: "hace todo lo posible para hacer que sus actuaciones sean perfectas" y "espera lo mismo de su gente". La misma fuente comentó que "Algunos pensaron que se calmaría, pero les puso en un avión derechos a casa".
¿Exigente o excesiva? Lo único que está claro es que Lady Gaga no es una jefa que conceda una segunda oportunidad.
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