Todo comenzó con la lesión de Álvaro de Benito, voz, guitarra y compositor principal de Pignoise, entonces jugador del primer equipo del Real Madrid. En los muchos meses de inactividad deportiva y de rehabilitación, comenzó a tocar su guitarra y poco a poco empezó a componer.
Después se unió Polo, otro futbolista, no tan famoso pero también brillante. El tercero, Pablo, un bajista llegado de Asturias a Madrid para estudiar Arte dramático. Y por último Jesús, un guitarrista que estudió Arte dramático. Había nacido Pignoise. Una formación básica de un grupo de rock. Rock sin apellidos.
Al principio en inglés, más tarde en español, las canciones que Álvaro iba escribiendo empezaron a conformar el repertorio Pignoise. Esa insurgencia se tradujo en composiciones contundentes de no más de tres minutos. Las letras no contaban historias, se limitaban a transmitir sensaciones. Es difícil saber si hablan de amor o de desamor, pero sí que expresan un sentimiento espontáneo, de inspiración inmediata.
Comenzaron con Melodías desafinadas, después llegó Esto no es un disco de punk y en abril de 2006 el cuarteto madrileño lanzó su tercer álbum de estudio, Anunciado en televisión, producido por Dani Alcover (Dover, La Cabra Mecánica, Super Skunk). El primer sencillo de ese disco fue el tema Nada que perder, una composición de Mikel Erentxun, cuya letra fue adaptada para ser la sintonía de la serie de televisión Los hombres de Paco, en la que, además, Álvaro de Benito debutó como actor.
jueves, 20 de mayo de 2010
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